miércoles, 7 de octubre de 2015

La minifalda: una prenda que conquistó al mundo

Entre las tantas revoluciones de la década prodigiosa de 1960, desde Los Beatles hasta el primer hombre en la Luna, la minifalda sigue siendo uno de los íconos más perdurables de la época.
Aunque hay distintas opiniones sobre quién inventó la abreviada prenda -con Mary Quant, André Courrèges, John Bates y Jean Varon compitiendo por el título-, la plataforma de lanzamiento de la minifalda en Londres fue la diseñadora local Quant, quien en ese entonces era el motor de la moda en una ciudad que estaba marcando el ritmo.

"La minifalda fue un fenómeno extraordinario y tuvo un gran impacto ya que era parte de la cultura juvenil emergente de la década de 1960.
Fue en gran medida una expresión de esa cultura de los jóvenes y del inicio del movimiento de liberación sexual que trajo la invención de la píldora anticonceptiva. Fue como un momento histórico.
En los años 20 ya había habido algo parecido con una cultura juvenil y faldas cortas, pero a pesar de que las mujeres jóvenes de la década de 1920 eran consideradas más libres sexualmente que sus antecesoras -podían salir con sus parejas sin supervisión, elegir a su futuro cónyuge, besar a varios hombres antes de casarse e intercambiar caricias-, seguían amenazadas con lo que siempre había limitado la libertad sexual de las mujeres: el peligro de quedar embarazadas.

Pocas mujeres, en su mayoría deportistas, habían usado minifaldas hasta que Quant empezó a venderlas en su mítica boutique Bazaar de la igualmente mítica calle King's Road.
Pero ella había experimentado con algo similar en su juventud, cuando se enganchaba la falda de su uniforme escolar hacia arriba para "tener un aspecto más interesante".
La musa de Quant fue una bailarina de zapateo a la cual espiaba en el estudio de danza donde tomaba clases de ballet.
Con una embriagante mezcla de mensajes, las coquetas minifaldas de Quant comunicaban una inocencia traviesa y la actitud juguetona femenina, mientras que le daba un golpe rebelde a la generación reprimida de la posguerra de la década de 1950, que creció entre diseños utilitarios básicos.

Con su audaz dobladillo corto, la minifalda -que en ese entonces se usaba con zapatos bajos de correa o botas altas con cierre y medias gruesas con colores fuertes- desafió a la sociedad haciendo tambalear los valores conservadores.



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